lunes, 20 de febrero de 2012

Porque no sé dejar de hacerlo

No es por amor, no
Es porque no sé dejar de hacerlo
Y te lo dice alguien
Que realmente se lo ha propuesto
Y es que emprendí el vuelo
Pero no encuentro lógica en hacer nada nuevo
Cuando miro el papel de nuevo
Me pregunto "¿Por qué? ¿Por qué vuelvo a hacerlo?"
¿Por qué necesito hablar en un mundo donde nadie va a escuchar?
¿Qué sentido hay? No lo entiendo
Te juro que lo pienso y no lo entiendo
Pero sin darme cuenta vuelvo a estar escribiendo
Y diciéndole al mundo entero aquello que siento
Y el viento, el viento lleva mis palabras tan lejos, tan lejos...
Que parece que mis textos cobran vida por si solos
Atravesando oceanos, como un manto acariciando el globo
Y siento su calor acariciando mi conciencia
Diciéndome que cambiar este mundo será mi empresa
Y pesa, vaya si pesa ese peso en mi espalda
Y trepo como la araña de la canción la tubería una y otra vez
Y me vuelvo a resbalar con la lluvia que cae
No lo puedo evitar, pero vuelvo a trepar
Para decirle al mundo que sí
Que sigo aquí y que no pienso moverme
Que no me rendiré, que si me tropiezo me levantaré
Una, dos, diez y las veces que hagan falta
Que baje Dios y lo vea que de aquí no hay nadie que me mueva
Y ante mi duda durará él también de su propia existencia
Y no habrá sentencia pues no habrá poder superior
Que condene el amor a vivir y mi adicción a escribir
Será el elixir de aquello que sueñan con soñar
Que no paran de aprender a perder y ganar
A reír y a llorar, a jugar y a luchar
Porque somos millones y no nos pueden parar